viernes, 3 de agosto de 2007

Lo que Dios ha unido...

Existen siete sacramentos dentro de la religión Católica Apostólica y Romana, a saber: bautismo, confesión, eucaristía, confirmación, matrimonio, orden sagrado y extremaunción. Por lo que, si Alfredo no decide ordenarse presbítero en un futuro y si María no optase por una vida al servicio de Dios haciéndose monja, la extremaunción sería el último de los sacramentos que les queda por recibir, ¿un pelín espeluznante la forma que tengo de decir que mi más viejo amigo ha contraído matrimonio? Sinceramente, creo que si lo dijese de otra forma me estaría traicionando a mi mismo, además, todavía no he terminado mi felicitación y ya se sabe que no se puede juzgar un libro sólo por las tapas.

Una de las películas favoritas del ya marido es Serendipity, protagonizada por John Cusack, es la típica comedia romántica donde chico conoce a chica, chico y chica se gustan, chica cree en el destino y por eso no le da su teléfono a chico esperando que éste (el destino) les vuelva a unir, chico y chica pasan años sin verse (aunque no sin recordarse) y al final chico y chica vuelen a juntarse gracias al destino (o más bien a esa regla de Hollywood denominada "happy ending"). La película es más bien mala y tampoco es que diga nada nuevo, es decir, lo de que el universo confabula en nuestro favor para que, al final, consigamos nuestros objetivos ya lo dijo Paulo Coelho en El Alquimista de la siguiente forma:
Cuando una persona desea realmente algo, el Universo entero conspira para que pueda realizar su sueño. Basta con aprender a escuchar los dictados del corazón y a descifrar un lenguaje que está más allá de las palabras, el que muestra aquello que los ojos no pueden ver.
Paulo Coelho siempre trata que los protagonista de sus libros hagan algún tipo de viaje en busca de algún tesoro, generalmente al final de sus relatos no suele darle importancia al tesoro en sí, o incluso si el protagonista logra alcanzarlo o no.
No es necesario ser el más perspicaz de los críticos literarios para deducir que Paulo Coelho pretende transmitir la idea en sus relatos de hacer un viaje interior, no para alcanzar ningún tipo de cofre, si no porque el verdadero tesoro estaría simplemente en realizar dicho viaje.

Por lo que, si el tesoro que cualquier persona quiere conseguir fuese, por ejemplo, la felicidad, no consistiría tanto en alcanzar una meta concreta para lograrla, si no que, en algún momento de vuestras vidas giraréis la cabeza para mirar atrás y descubriréis, ante vuestro estupor, lo felices que habéis sido buscando la felicidad juntos. Por esta razón, y desde lo más profundo de mi corazón deseo que nunca, nunca, nunca encontréis la felicidad y la sigáis buscando juntos para siempre.

My best wishes.

sábado, 21 de julio de 2007

¡Mañana España será republicana!


Lo único que me pregunto es si lo denigrante de esta viñeta es que el posible futuro jefe del estado de España se plantee trabajar, si lo infamante se encuentra en los enormes muslos de Letizia en relación con las perchas que parecen sus brazos, o si lo que daña el prestigio de la corona son las lorcillas de Felipe.

lunes, 16 de julio de 2007

Sand in my shoes

No sé si os ha pasado alguna vez...
Estás escuchando una canción, parece que el ritmo te gusta, te resulta familiar aunque sea la primera vez que la oyes, te dejas llevar en cada una de las estrofas.
La siguiente vez que la escuchas te fijas un poco más en la letra, te resulta cada vez más familiar, y la canción te gusta cada vez más y más, la pones una y otra vez y te imaginas uno, o varios momentos de tu vida que tengan relación con la canción, e incluso un día terminas pensando (con una sonrisa en los labios) que el compositor estaba pensando en mí, expresamente en mí, cuando escribió esta canción, que sabía lo que me había pasado, que consiguió meterse en lo más profundo de mi corazón y desentrañar la maraña que deben ser mis sentimientos y plasmarlos en una maravillosa obra de arte de tan solo cuatro minutos y cincuenta y nueve segundos de duración...

¡¡¡MENUDA PATRAÑA!!! ¿Acaso se podría tener una vida más triste? ¿más típica? ¿tan igual a todas las demás? ¿Soy al único que le resultaría de lo más deprimente tener la misma vida que hayan podido tener cientos, miles o millones de personas con anterioridad? ¿tener unos sentimientos tan "complicados y profundos" que se pueden resumir en menos de cinco minutos de canción? ¿tener una relación tan "especial" como la que pueda tener una niña de diecisiete años con su primer amor en Pennsylvania?
Si es verdad eso que estudié de pequeño que todos somos únicos e irrepetibles, por qué nuestras vidas se parecen tanto, por qué será más fácil hacer lo que hace todo el mundo, por qué resultará más cómodo seguir el camino marcado, por qué vivimos el mismo día una y otra vez, por qué nos da tanto miedo enfrentarnos a lo distinto, por qué preferimos quedarnos como espectadores en medio de la homogeneidad del público en lugar de subir al escenario y decir algo diferente, algo con nuestro toque personal, algo que realmente venga de nuestra singularidad como seres humanos... Probablemente lo que digamos será más aburrido, menos interesante y, en resumen, peor de lo que haya podido decir nuestro antecesor pero, por lo menos, será algo nuestro, algo mío, algo que nadie me podrá arrebatar, algo que capte la atención de, por lo menos, una persona, algo que cambie el destino de esa persona, algo que vuelva hacer soñar a esa persona que lo improbable se hizo ayer y que mañana toca lograr lo imposible.

domingo, 15 de julio de 2007

Locos enigmas

En alguna entrada he dicho que ayer se consiguió lo improbable: por ejemplo creerme poeta por unas pocas horas y escribir lo siguiente:

Dime vida donde escondes tu misterio
de esta vida en sociedad,
camina la gente sin sentido
y sobreviven como en un temporal,
luchan en una guerra
que hace años terminó,
e intentan nadar
en un mar que se evaporó.
¡Gritan ellos en el vacío!
¡Ven ellos en la oscuridad!
¡Gritan los coches, chillan los camiones!
en esta vida el silencio es
como música celestial.
¡Vida! ¿por qué tanto misterio,
si yo no puedo ni respirar?
Tal vez al final de los tiempos,
¡no, no! ¡quizás al final de la eternidad!
yo descifre el enigma
de esta vida tan peculiar.

lunes, 25 de junio de 2007

Quid pro cuo Clarice

Y entonces Clarice Starling le contó la historia que durante tanto tiempo Hannibal Lecter había querido escuchar: le contó cómo murió su padre, le contó cómo tuvo que vivir con su tío, y le contó cómo, en una espantosa noche, Clarice fue testigo de cómo su tío mataba a unos caballos y a unos corderos, le contó el aterrador chillido de los corderos en su agonía, le contó que continuaba escuchando esos chillidos en sus sueños, y le contó cómo intentó salvar a uno de esos corderos con la falaz ilusión de que de esa manera los demás dejasen de sufrir, dejasen de chillar y así poder alejar los chillidos de su cabeza, para que el silencio volviese a sus pensamientos. Un silencio que Clarice llevaba años buscando, un silencio en el que Clarice se sentiría segura, un silencio con el que Clarice volvería a encontrarse en paz consigo misma, un silencio reconfortante, un silencio protector...

Mientras que Clarice desea ardientemente el silencio de los corderos, a otros nos gustaría dejar de escuchar ese mismo silencio, un silencio tan desconcertante, un silencio tan insultante, un silencio tan inmerecido, un silencio tan egoísta, un silencio tan malentendido, un silencio tan humillante, un silencio tan incómodo, un silencio tan lejano, un silencio tan triste, un silencio tan despreciativo, un silencio tan aburrido, un silencio tan premeditado, un silencio tan embustero, un silencio tan típico, un silencio tan estúpido, un silencio tan cansino, un silencio tan eterno...

Un silencio que se podría romper con tantas palabras: te entiendo, te vienes al cine mañana, yo no quiero eso, me apetece tomar un café, somos tan distintos, me acompañas a comprar un disco, me sigues gustando, vemos una película esta tarde, te odio, estoy cansada de trabajar, te quiero, se acabó. Y lo peor de todo es que ya no importa cómo se rompa ese silencio porque ha sido demasiado tiempo, ha sido demasiado largo y ha sido demasiada apatía como para pensar que todo sigue igual, como para pensar que nada ha cambiado, como para pensar que se tenía algo especial, porque lo cierto es que ya no importa lo que tenga que decir, lo realmente importante es por qué sigue callada, por qué no se da cuenta que me está matando con este atronador silencio y por qué no le importa mi sufrimiento.

viernes, 1 de junio de 2007

¿Quién me ha robado el mes de Abril (y Mayo)?

Pues al final va a ser verdad eso que dicen los grandes ilustrados de nuestra era a propósito del tiempo, a saber: que el tiempo vuela, que hay que aprovechar el tiempo, que lo peor que puede hacer una persona es perder el tiempo, que no hay profesor más sabio que el tiempo (aunque también cruel puesto que siempre mata a sus discípulos), que el tiempo es oro o que a mal tiempo ganancia de pescadores (puede que esta última frase hecha se haya colado de soslayo entre las demás…).
Pues sí, últimamente me encuentro a bordo de un barco con su vela mayor izada cuyo timón lo dirige el azar, en mitad de un inmenso océano todavía sin explorar llamado vida, en donde sopla un fuerte viento a favor, siempre a favor, que algunos conocen como tiempo.

Un párrafo de lo más poético para decir que lo que he hecho este último mes ha sido dejarme llevar, dejar que pasase el tiempo (¿cómo si pudiese hacer lo contrario?) y no hacer absolutamente nada (excepto quizás perder un trocito más del poquito hígado que me quedaba, dejar en algún oscuro rincón el poquito sentido común que todavía creía tener y perder alguna que otra cosa más: como la vergüenza (si es que algún día tuve alguna), por momentos la cabeza y casi, por muy poquito, la virginidad).
Desgraciadamente hay algo que me empuja a que debo cambiar de actitud, desgraciadamente hay algo que me dice que no puedo dejar que el azar dirija mi barco, desgraciadamente hay algo que me aconseja que debo levantarme y empezar a caminar y, desgraciadamente, me temo que le haré caso, ya que, no sé muy bien lo que es la inspiración pero espero que me coja trabajando, es decir, la fortuna pocas veces llama a tu puerta (y, desde luego, nunca podrás contestar si estás dormido por culpa de una resaca), o las cosas no pasan solas, somos nosotros los que hacemos que pasen.
Ahora bien, lo que realmente me intriga es: ¿por qué digo desgraciadamente?

lunes, 9 de abril de 2007

No, no creo

No sé si fue el Jueves Santo, no sé si fue algo que dije, no sé si fue la casualidad pero, tres personas distintas, en tres lugares diferentes, en medio de tres conversaciones dispares me hicieron la misma pregunta: tú eres muy religioso, ¿verdad? Y, al igual que hizo San Pedro, negué por tres veces la iglesia con la que crecí, la religión con la que viví y las creencias que algún día sentí.

Fue bastante sencillo para mi negar la iglesia, entendiendo "iglesia" como: esa estructura política que, aunque insistan en decir que sus asuntos son de otro mundo, mira que opinan sobre los de éste; con esa organización interna, cuyo único objetivo no es tanto anunciar la palabra de Dios si no la no desaparición; y con tanto poder, que siendo malo por sí mismo porque a la larga (y empezaron hace casi 2000 años) el poder corrompe, si le añadimos la influencia que tiene la iglesia en la gente, la ecuación se vuelve espeluznante.

Debido a este cierto sentimiento revolucionario que tengo fue relativamente sencillo negar la religión, entendiendo "religión" como todo aquel conjunto de normas, ya sean divinas o humanas, que debemos cumplir para ser "buenos" integrantes de la Iglesia Católica. Personalmente, me fío más de mi propio criterio para saber lo que está bien o lo que está mal, que en el criterio de un desconocido sacerdote, de un desconocido escritor o de un desconocido Dios. Y mirándolo con perspectiva, a la humanidad le ha ido bastante mejor cuando ha empezado a escribir sus propias normas, que cuando escuchaba los caprichos de un lejano Dios.

Es algo más complicado negar las creencias, entendiendo por "creencias" cualquier tipo de esperanza que tengamos porque esta vida no se acabe cuando se acabe: ya sea yendo al cielo (o al infierno), ya sea reencarnándonos en un príncipe (o en el más bajo de los gusanos) o ya sea la transformación de mi cuerpo en "otra energía". Pero, en mi opinión lo único que está claro es que dejaremos de existir, si después vamos al cielo, nos reencarnamos o nos convertimos en energía (que no, no lo creo) seremos otra cosa, ya no seré "yo", lo que convierte al cielo en un lugar que, literalmente, "yo" nunca conoceré, es decir, es como aquella bonita frase que dice: "recuerda que alguna vez formaste parte de una estrella", científicamente hablando, si la teoría del Big Bang es más o menos correcta, y si es cierto que "la energía ni se crea ni se destruye, se transforma", está claro que todos los átomos que componen "todo mi ser" estuvieron en una estrella hace tiempo, lo que puede interpretarse como algo relativamente romántico, pero la verdad es que son palabras vacías porque "yo" realmente nunca estuve allí.

viernes, 30 de marzo de 2007

John, chapter 11, verse 35

Aunque bien podría haberse titulado “el día más largo” (pero, si hubiese optado por este último título, seguramente hubiese puesto algo como “visitando Normandía” para, de esa manera, hacer referencia al “día d” también conocido como “el día más largo”, es que no hay que darlo todo masticado como en la televisión...).

Hace unos días (ayer para el escritor) llegué a casa muy cansado, ligeramente borracho, cabizbajo, somnoliento y con una extraña sensación, con una inquietante sensación, con una honda sensación de tristeza. Tristeza por no entender por qué la gente sigue mintiendo constantemente, tristeza por no entender por qué el que tiene poder lo sigue usando para seguir aplastando al que no lo tiene, tristeza por no entender por qué nos hemos acostumbrado tanto a esas cosas que ya no sorprenden, tristeza por no entender por qué la gente puede seguir disfrutando humillando a otras personas, tristeza por no entender por qué la gente ha perdido cualquier tipo de empatía, tristeza por no entender por qué son mucho más profundos los sentimientos de decepción, odio o rabia que los de alegría, amor o esperanza, tristeza por no entender por qué esa tristeza lograba eclipsar todo lo demás y tristeza por no entender por qué si la culpable es solamente una persona uno se siente defraudado con todo el género humano.

Y toda esa tristeza apareció a raíz de ser despedido (¡eso sí que es triste! para que después digan que el trabajo no aliena…), y desembocó, horas después, en un profundo, desgarrador, silencioso e inevitable llanto (de ahí el título).
Por cierto, lo de llorar es un poco como lo de vomitar cuando uno está borracho: todo el mundo dice que se encuentra mucho mejor después de hacerlo, aunque lo cierto es que sigues hecho mierda, sigues con la misma sensación de tristeza y sigues pensando que nada cambiará en el futuro…

¿Tal vez he utilizado demasiadas veces el verbo “seguir” en este texto? No es por falta de sinónimos, simplemente, es la manera que mi subconsciente usa para decirme que, a pesar de todo ello, tenemos que seguir avanzando, tenemos que seguir ilusionados y tenemos que seguir sonriendo, porque no hay cosa más alegre que seguir en el camino…

miércoles, 21 de marzo de 2007

La delgada línea roja

Nos pasamos la mitad de nuestro tiempo trazando líneas: líneas para convivir con tus compañeros de piso, líneas pasa diferenciar la manera de comportarse entre desconocidos y conocidos, líneas para cambiar la forma de tratar a los conocidos de los compañeros de trabajo, líneas que nos digan cómo actuar con los compañeros de trabajo y cómo con los amigos, más líneas para hablar ciertas cosas con los amigos y otras cosas con familiares, líneas para separar amigos de amantes, líneas para distinguir amantes de amores, líneas, líneas, líneas...
Y nos pasamos la otra mitad de nuestro tiempo intentando dar ese último paso que, definitivamente, nos haga cruzar esas líneas, porque seamos sinceros: siempre es más emocionante lo que pueda haber al otro lado; siempre será más interesante adentrarse en un terreno inexplorado que quedarse en el seguro pero aburrido mundo conocido; siempre puede ser más enriquecedor llevar la línea un poquito más lejos, para de esa manera también nosotros poder llegar un poquito más lejos; siempre querremos seguir avanzando aunque la única razón sea el no quedarnos estancados...

Y, ¿si disfrutamos tanto atravesando tantas y tantas líneas que nosotros mismos nos imponemos? ¿por qué hacerlo? ¿por qué seguir dibujando líneas en la arena que separen a amigos de conocidos? ¿por qué levantar muros para separar las preguntas que se pueden hacer a conocidos de las que se pueden hacer en el trabajo? ¿por qué excavar abismos para diferenciar a los amantes de los amores?
¿Será porque nos encanta cuando llega la marea y borra todo lo que nos había costado tanto tiempo dibujar? ¿será porque nos vuelve loco coger una cucharilla y escarbar poco a poco en los muros que nos vamos encontrando? ¿será porque nos chifla empezar a construir puentes? o ¿simplemente será que en algo tenemos que pasar el tiempo?

Pues aquí estamos, viendo el tiempo pasar...


Tanto separar a unas personas de otras me he acordado de un chiste que me contó un viejo amigo:

Un hombre entra a un bar y le pregunta al camarero: perdone, ¿donde puedo sentarme?
El camarero responde: de la puerta hasta aquí están los gilipollas, y desde aquí hasta la pared se sientan los subnormales.
En ese momento, una persona sentada al lado de la puerta dice: perdone, ¡que yo no soy gilipollas!
A lo que el camarero responde: pues ponte al otro lado, subnormal.


Un abrazo Jaime.

viernes, 16 de marzo de 2007

Nido de fachas y burgueses

Pues aquí lo tenemos, a mi primer amigo de la infancia (ahora sigue siendo mi amigo, aunque nunca volveremos a ser niños), a mi primer compañero de pupitre (ahora sigue siendo mi compañero, pero de rebujitos), a la primera persona a la que partí los dientes (ahora lo que le parto son las pelotas en cada partido que vemos juntos), al primero que me escuchó hablar en gallego sin comprender absolutamente nada (ahora sigue sin entenderme, aunque hable en castellano)... ahí está, todo erguido: o todo derecho, sosteniendo un cigarrillo en una de sus manos: la derecha, mostrando a la cámara su mejor perfil: el derecho, con un desconocido caminando: a su derecha, seguramente pensando en que nunca jamás se encuentra en la segunda estrella: a la derecha y siendo la dócil mano derecha de: un neoliberal convencido o de un viejoconservador derrotado (seguimos teniendo todas las líneas de investigación abiertas).
Ahora sólo me falta decidir donde colocar la foto: en la izquierda, en el centro, o muy a la derecha...

miércoles, 14 de marzo de 2007

Pruébame, dijo el veneno

Tan amargo, tan frío, tan misterioso, tan cercano, tan atrayente, tan brillante, tan escondido, tan delicioso, tan distinto, tan comprometedor, tan desconocido, tan mezquino, tan apetecible, tan ansioso, tan lejano, tan cálido, tan embriagador, tan incómodo, tan tranquilo, tan pequeño, tan nervioso, tan seguro, tan peligroso, tan extraño, tan tímido... ¿quién podría negarse a escuchar su llamada sin mirarlo? ¿quién podría negarse a admirarlo sin tocarlo? ¿quién podría negarse a sostenerlo entre sus manos sin olerlo? ¿quién podría negarse a aspirar su aroma por un instante sin probarlo? ¿quién podría negarse a saborearlo entre sus labios? ¿quién podría negarse a...?

jueves, 8 de marzo de 2007

You will never walk alone

Un poeta dijo en alguna ocasión que "el ojo que ves no es ojo porque tú lo veas; es ojo porque te ve". Es una frase sencilla, corta, sin palabras rebuscadas en algún diccionario barato de sinónimos, no habla de partículas subatómicas inimaginables para el común de los mortales ni trata un tema que sólo comprendan unos pocos, y sin embargo, no sé exactamente por qué ha venido a mi cabeza o por qué estoy hablando de ella en este apartado lugar...

Rebuscando un poco más en mi memoria recuerdo un documental que intentaba explicar en qué momento el cerebro de un niño, deja de ser el de un niño para convertirse en el de un adulto. El documental llegaba a la conclusión que uno de los puntos de inflexión en el desarrollo de un cerebro es el instante en el que los niños comienzan a mentir, e intentaba explicar dicha teoría diciendo que, cuando un niño se tapa la cara con las manos mientras que su madre dice "¿donde está Carlitos?", realmente cree que su madre no lo ve, ya que el niño no puede ver a su madre y piensa que su madre ve lo mismo que él. Sin embargo, cuando comienzan a mentir, su cerebro ha dado un salto cualitativo porque ha llegado a la conclusión que, lo que él ve del mundo no tiene por qué ser lo mismo que lo que ve su madre, que sus deseos y motivaciones, por regla general, serán distintos que los de su madre, y que su madre no podrá descubrirlos a menos que el niño se los revele.
En resumen, el cerebro del niño no sólo es consciente de su propia existencia (lo que consiguió hace tiempo cuando descubrió que la imagen del espejo es él mismo), si no que es consciente de la existencia de los demás y que la existencia de los demás es igual de compleja que la propia.

Otro pensamiento que aflora en mi cabeza es la frase con la que se ha resumido toda la filosofía de Descartes, es decir, "pienso luego existo". Parece un tanto egocéntrico pensar que uno existe por el simple hecho de pensar, es decir, ¿yo también existiría si mi cabeza fuese la única que piensa en todo el universo? Sería como aquella vieja cuestión sobre qué sonido genera un árbol al caer, si no hay nadie alrededor para escucharlo, es decir, ¿tendría algún sentido su caída? o, en general ¿tendría algún sentido su existencia? Personalmente no le veo ninguno.

Si la frase de Descartes fuese cierta podríamos estar viviendo en un universo frío, distante y sin sentido, sin embargo, si no es cierto que piense y por lo tanto exista, si no que existo porque alguien piensa en mí, estaríamos viviendo en un universo un poco más cálido, un poco más cercano y con un poco más de sentido.

Todas estas palabras son mi particular forma de agradecer a todas aquellas personas que en algún momento del día, han cerrado los ojos, han respirando lentamente, y han dirigido sus pensamientos hacia un alma perdida de Dublín. Todos esos pensamientos hacen que me sienta bastante menos solo andando este particular camino que algunos llaman vida.

Gracias.

Un abrazo, un beso y un pensamiento, al fin y al cabo, nos va la existencia en ello...

viernes, 23 de febrero de 2007

Nasdrovia

Si es que hay que explicarlo todo...

Estamos en el camino otra vez porque el último martes ha sido la primera vez que hemos estado los compañeros de piso viviendo juntos, y eso que llevamos tres meses viviendo en la misma casa (pero no es exactamente lo mismo). Desde luego el culpable de esta fraternidad debemos agradecérsela, como casi siempre, a nuestro viejo amigo alcohol y a nuestra amiga María.
Aunque el alcohol es un viejo amigo, está vez se disfrazó como una botella de vodka de cranberries (hacer alguna broma con Dolores O'Riordan sería demasiado obvia) que se tomaba a base de chupitos y de otra botella (que sólo Dios sabe lo que había dentro) pero que tenía el gusto a manzanilla que, por supuesto, también se tomaba a palo seco.
Pero en cualquier reunión de este tiempo siempre, siempre, siempre tiene que haber alguien que no beba, en nuestro caso, son los nativos de las islas Mauricio, debido a que pertenecen a la religión musulmana no pueden probar ni una sola gota de alcohol (me pregunto si podrán comer un bombón de licor) si lo que quieren es tener abiertas las puertas del cielo por toda la eternidad. Pero, como Dios aprieta pero no ahoga, su religión no dice nada de darle al canuto, por lo que se bajaron una cachimba y estuvieron entretenidos con ella a lo largo de la velada.

Y como nunca, nunca, nunca debe uno irse a la cama sin aprender algo nuevo, ese día, me enseñaron una nueva palabra: nasdrovia, cuyo significado es como el título de aquella canción que hablaba de las cosas por las que uno puede brindar; salud.

El sábado, si el tiempo y la autoridad, militar por supuesto (no podía dejar pasar esta fecha sin hacerles un guiño a los nostálgicos de aquella larga jornada de 1981), lo permiten volveré a ver a aquella muchacha que conocí cenando en un restaurante hindú, ¿podré aprender algo nuevo ese día?

miércoles, 21 de febrero de 2007

On the road again

Yo sé por qué me lo digo...
Como diría ese personaje de dibujos animados "eso es todo amigos".

martes, 13 de febrero de 2007

Y fue devorado por vagabundos y borrachos

No sé muy bien por qué he escogido este título para hablar del amor, tal vez la razón se pueda encontrar hace como mil años atrás, cuando un perfume me enamoró, literalmente hablando, lo triste fue cuando el perfume se fue desvaneciendo y sólo quedo una inodora persona a la que oler (o a la que amar), pero eso sería otra historia...
Y quizás el motivo que me ha hecho recordar todos esos olores sea que un martes y trece (curiosa fecha) en vísperas de San Valentín (otra fecha curiosa) volviese encontrar el amor (en mi caso es el perfume) en la suave y linda piel de una camarera del trabajo.

No seré de esa clase de personas que dicen que no creen en el amor porque, sería tan estúpido como decir que no creo en la ira, en la empatía, en el odio, en la esperanza, en el miedo, en la alegría, en la rabia, etc., sentimientos que, sin lugar a dudas, están en nuestra vida cotidiana (o por lo menos, cualquiera ha experimentado alguna vez en su vida). Pero sí que seré de esa clase de personas que dicen que las personas se equivocan si intentan encontrar el amor en una relación (y mucho menos en una relación durante un largo período de tiempo), e intentaré explicar por qué...
Lo primero que me gustaría decir es qué es para mi el amor, puesto que si no nos podemos de acuerdo en la definición, difícilmente nos pondremos de acuerdo en donde podemos "buscarlo". En mi opinión el amor es ese sentimiento que nos permite hacer cualquier cosa por una persona pero con la condición que no nos importe que nadie, ni siquiera esa persona, sepa todas las cosas hermosas que hemos hecho por ella.
Y por otro lado tenemos las relaciones de pareja... mucha gente que lleva con una pareja cierto tiempo afirma que el secreto del triunfo de una relación es el compromiso (en sentido amplio) y el equilibrio. Con el compromiso, es decir, que cuando decimos que vamos a hacer algo, lo hagamos, se consigue evitar el desengaño (sentimiento que desemboca en la desilusión y de ahí fluye lentamente hasta el mar de la apatía, lugar que ninguna relación quiere visitar) y con el equilibrio, es decir, que las decisiones se tomen en común y que ambos cedan un poco en sus posturas para llegar a un punto de encuentro, se consigue una convivencia tranquila (o por lo menos negociada).

Pues bien... si estamos de acuerdo en cómo he definido el amor y en cómo he descrito la manera en que una relación llegue a buen puerto, entonces nadie podrá decirme que estoy equivocado cuando digo que el amor y las relaciones son incompatibles, o incluso antagónicas. E intentaré explicarme... creo que nadie se compromete (ya digo que en sentido amplio) por amor, las personas dicen lo de "en la salud y en la enfermedad" no porque estén enamorados y quieran compartir la enfermedad de su pareja, si no porque están acojonados y lo que quieren es que su pareja se comprometa a pasar tú enfermedad para, de ese modo, tener un poco más de tranquilidad y un poco menos de miedo. Y lo de la búsqueda del equilibrio es lo que más me gusta, eso de "hoy vemos el fútbol, pero mañana vamos con tus amigas", está a años luz de ese sentimiento incondicional, altruista e incluso secreto que he mencionado antes llamado amor, es más bien como un mercado persa, es como decir que para ser los dos felices no pueden hacer lo que realmente quieren hacer de forma individual porque de esa manera nunca se conseguiría el ansiado equilibrio, lo que me recuerda a una colonia de hormigas, es decir, la felicidad de la colonia no implica la felicidad de todos sus individuos, por lo que cabría preguntarse: si una pareja feliz es aquella en que ambos integrantes han renunciado a su felicidad individual...

Si alguien se pregunta donde buscar el amor en lugar de en una relación, podría decirles que en cada pétalo de cada flor, y que cada sonrisa de cada niño, pero mi respuesta es otra: no tengo ni la más remota idea, yo estoy en Dublín...

domingo, 4 de febrero de 2007

Lo único constante es el cambio

Últimamente parece que nos están bombardeando con noticias sobre el cambio climático, al menos en medios ingleses (es que ahora leo The Times o The Guardian, sólo me falta un bombín y un paraguas, siempre perfectamente cerrado, para convertirme en un altivo gentleman), que si la temperatura subirá unos 4º C en los próximos 100 años, que si el nivel del mar puede llegar a ascender a 20 centímetros (y 20 centímetros, uno detrás de otro, son muchos centímetros, aunque seguro que aparece alguno diciendo que a él le sobran tres o cuatro...), que si todos esos problemas serán agravados por fenómenos como El niño, que si fenómenos extremos (inundaciones, sequías, huracanes, etc.) serán cada vez más frecuentes, en fin... todo un sin fin de noticias sobre el aciago y oscuro futuro que nos espera. Menos mal que he leído una noticia tranquilizadora, y es que, el gobierno estadounidense ya ha pensado en una solución para evitar el calentamiento global del planeta: se les ha ocurrido construir gigantescos espejos para colocarlos en el espacio y, de este modo, reflejar "algunos" rayos de sol, consiguiendo un "enfriamiento" del planeta.
Ufff... desde luego a "grandes problemas, grandes soluciones", no se les ha ocurrido dejar de emitir los gases que provocan el efecto invernadero porque de esa manera su economía dejaría de crecer un 0.1%, si no que prefieren un invento "ingenioso". Lo que me recuerda una historia que me contaron hace algún tiempo:

Al parecer, en la década de los 60, en plena guerra fría, en medio de la carrera espacial (uno de los juegos de "a ver quién escupe más lejos" más caros de la historia), Estados Unidos estaba ciertamente preocupado por cual sería el artilugio que usarían sus astronautas para tomar notas en el espacio, ya que, al encontrarse en gravedad cero un bolígrafo no podría escribir, por la sencilla razón que la tinta nunca podría descender. Se gastaron, literalmente, millones de dólares en buscar un invento revolucionario con el tamaño adecuado que permitiese hacer descender la tinta en gravedad cero y, cuando estaban a punto de tirar la toalla, descubrieron que los astronautas rusos hacía años que estaban utilizando lapiceros.
Existe una teoría, denominada la navaja de Occam, que nos dice que "en igualdad de condiciones, la solución más sencilla es probablemente la correcta", se ha aplicado con existo en campos como la lógica, la economía, la lingüística, la teología o la informática, lo que me lleva a cuestionarme ¿se podrá utilizar también en la vida?

viernes, 26 de enero de 2007

El cuarto poder

Estaba apuntito de irme a la cama, no para dormir, ni siquiera para practicar el sexo (ya sea con otra persona o conmigo mismo, que yo no me meto con tus aficiones) si no para ver otro capítulo de la galardona serie televisiva "Anatomía de Grey" cuando me cruzo, casi por casualidad, con la noticia de que el sustituto del "puto-rojo" de Germán Yanke en los, siempre imparciales (me temo que hay que poner unas comillas en "imparciales"), informativos de Telemadrid, en su franja nocturna será, nada más y nada menos que Fernando Sánchez Dragó.
La verdad es que podría decir infinidad de cosas, pero simplemente citaré una canción, escrita por Ismael Serrano allá por el año 1996 titulada "Yo quiero ser muy promiscuo", mientras que esbozo una leve sonrisa:

Yo quiero ser muy promiscuo, como el eximio escritor,
y fiel votante del PP, Fernando Sánchez Dragó,
que ha gozado de mujeres, no de una sino de un millón,
y cada una diferente, que creo que es mucho mejor.

miércoles, 17 de enero de 2007

El trabajo dignifica

He pasado de tener miedo por no tener la certidumbre de lo que pasaría conmigo dentro de dos meses, a tener miedo por no tener la incertidumbre de lo que pasará conmigo los próximos dos meses (demasiado enrevesado ¿quizás?), al menos tendré dignidad para aburrir...
Me imagino que dentro de unos años diré "estuve trabajando como 'mozo de cocina' durante vete-tú-a-saber-cuantos meses en Dublín", será una frase que utilizaré para rellenar los huecos de una conversación, o incluso puede que me sirva para ligar (ya se sabe que en determinadas circunstancias inspirar lástima podría funcionar, por lo de "parecer" sensible y vulnerable...), en definitiva será una frase que usaré sin recordar el dolor de espalda, sin recordar la fatiga en los pies, sin recordar las manos agrietadas, sin recordar que después de ocho horas fregando sartenes todavía me esperaba una hora más caminando hasta mi casa porque los autobuses dejan de circular a las 23:30, sin recordar lo estúpido que me sentía cuando me decían algo y no lo entendía, sin recordar lo estúpido que me sentía cuando me hablaban como si lo fuese... pero eso será dentro de unos años, ahora, mis manos me lo recuerdan cada momento, mi espalda cada instante, mis pies me lo recuerdan palpitando cuando tienen ocasión y mi cabeza no deja pasar una oportunidad sin preguntar ¿qué es lo que te ha traído aquí?... y tal vez lo más dramático de todo sea que no cambiaría esto por "nada del mundo". Es una sensación... embriagadora (creo que es la palabra adecuada) la que se tiene cuando, al final del día, te tumbas en la cama, miras las estrellas del techo (¿había comentado que tengo estrellas en el techo?), respiras profundamente y te das cuenta que, tal vez por primera vez en tu vida, estás haciendo realmente lo que te apetece hacer... y si todo esto no es suficiente habrá que decir que el sueldo está bastante bien: 9'13 €/hora.

P.D.: dejaremos para mejor ocasión la reflexión: "mujeres, sus novios, ¿es necesario que me digas que lo tienes a los dos minutos de conocerte?". Es decir, ¿habéis tenido alguna vez la siguiente conversación?:
-¿Cómo te llamas?
-Raúl, soy de Madrid aunque nací en Galicia.
-Anda, ¿sabes quién no ha nacido en Galicia? mi novio.
-(Soy yo, ¿o lo del novio no venía a cuento?) ¿Y cómo llevas el inglés? No hay Dios que entienda a estos irlandeses...

jueves, 11 de enero de 2007

¡Hola! Soy Troy McClure

Tal vez me recuerden de otros cursillos de formación como: "Durex, una empresa excitante" o "NASA, le llevamos muy alto".
Pues sí, hoy he tenido un cursillo de formación, hemos empezado a eso de las 9:30 y hemos terminado a las 16:00, con un escaso descanso de 45 minutos para comer. Lo cierto es que he estado pensando constantemente, ¿a quien coño se le ha ocurrido que para fregar sartenes es necesario saberse la localización de todos los hoteles de la cadena? ¿o saberse todo el puto organigrama del jodido hotel? Pero, no todo ha sido una total pérdida de tiempo, también nos han explicado que tenemos que dirigirnos hacia la salida más cercana si se produce un incendio, o que tenemos que lavarnos las manos después de ir al baño... Vamos un sin fin de datos novedosos.

Sin embargo, el 6 de Enero, cuando me dijeron que había conseguido el trabajo me sentí como Al Pacino en 'Esencia de mujer' en la escena que está conduciendo el ferrari y exclama: ¡Tienes ante ti a un hombre muy feliz! Y después dicen que el trabajo no aliena...
...
Hoy estoy espeso de cojones para escribir nada coherente... en fin ¿será que me han lavado el cerebro durante la charla?
...
En resumen, que estoy contento porque ya podemos decir que tengo cubiertas (por mi mismo) las necesidades básicas (un paso muy muy importante cuando no estaban garantizadas al 100 %) hasta dentro de... suficiente tiempo, que me temo que voy a terminar hasta los cojones de fregar sartenes y que me traten como a un imbécil (por culpa del idioma, en ocasiones te hablan como si fueses retrasado mental, pero en el fondo creo que es mejor eso a no enterarme de las cosas que me dicen), también puede utilizar la piscina, gimnasio y demás instalaciones del hotel (así que si la próxima vez que me veáis estoy como Gervasio Deffer no os asustéis) y con respecto a los compañeros de trabajo supongo que serán "buena gente" como le gusta decir a un conocido que tengo.

miércoles, 10 de enero de 2007

Las disculpas, ¿se piden o se presentan?

Parece ser que la historia titulada Los reyes son los padres!!! ha levantado amPOLLAS en determinadas personas, supongo que si hubiera bromeado sobre otros temas nadie hubiese puesto el grito en cielo, chistes como:
-¿Cuánto tarda en cagar una negra?
-Nueve meses.
O chistes como los que surgieron a raíz del 11-S como:
-Perdone, ¿el aeropuerto?
-En la planta 85.
o:
-¿Cual es la última botella que abre una mujer en una fiesta?
-La de fairy.
Supongo que si hubiese bromeado con colectivos tan poderosos como: inmigrantes, víctimas de atentados o mujeres, mis chistes hubiesen pasado con más pena que gloria, sin embargo, uno bromea sobre el débil "omnipotente Dios" y hay gente que se siente ofendida, pues bien, lo siento si a alguien le ha molestado lo dicho sobre la Santísima Trinidad pero lo sentiría mucho más si las mismas personas hubiesen esbozado una sonrisa con los chistes contados hoy.

A todo esto, mañana tengo un curso de formación, se ve que para todo hace falta estudiar: incluso para fregar platos...

lunes, 8 de enero de 2007

Spending Christmas together: priceless

Con este lacrimógeno slogan, Master Card ha pretendido felicitar las fiestas navideñas. Para los que no tengan el inglés como uno de sus puntos fuertes, el slogan se puede traducir como "Pasar las navidades juntos: no tiene precio", curiosamente el verbo to spend también puede traducirse por gastar, con lo que la traducción bien podría ser "Gastar las navidades juntos: no tiene precio", curioso ¿no?

Bueno... debido básicamente a que me encontraba a unos 1.458 km de distancia (aproximadamente), no hemos podido pasar las navidades juntos como hubiese deseado el Señor Master Card.
Supongo que en España las navidades han sido básicamente como todos los años, a saber: seguramente Ramón García ha dado otra clase magistral de lo que es la docencia explicando la diferencia entre "ding dong" y "dooong" (si yo tuviese que hacer eso todos los años te juro que me tomaría tantas copas que iba a saber España la diferencia a base de hipos, eructos y ventosidades (¿ventosidades? me pones una camiseta rosa ceñida y soy toda una niña bien de Somosaguas)); probablemente tele 5 ha optado este año por introducir algo que a penas tenía su parrilla, es decir, otro reality, en el cual se ha podido ver a una familia "media" española(lo más probable es que el padre fuese un ex-convicto, la madre una ninfómana, el hermano mayor gay, el pequeño debería tener algún tipo de deficiencia y la hermana puede que tuviese el síndrome de Electra) cenando en un acogedor salón un 24 de Diciembre; quizás Cruz y Raya siguen luchando sin éxito para que nadie, cuando ve su especial, diga: "¿te acuerdas de las empanadillas de Encarna?"; tal vez Gallardón continúa poniendo sus particulares luces navideñas; seguro que ha habido esas adorables cenas de familia donde puedes tomar toda la cerveza, vino, cava (o champagne para catalanofóbicos), chupitos, copas sin que nadie de tu estirpe te recrimine por ello (como mucho tu abuela te habrá exhortado a que dejes el mal hábito del tabaco, sin saber que lo que realmente no va a llegar a los no serán tus pulmones sino tu hígado); con toda seguridad ha habido innumerables fiestas (macros o micros), con cotillón (si alguien sabe por qué cojones se llama cotillón a un matasuegras (si alguien sabe por qué cojones se llama (ufff estoy teniendo un deja vù) matasuegras a esa especie de... caracol elástico que no dude en decírmelo), unas tiras de papel enrollado y una trompetita que no dude en decírmelo (¿otro deja vù? ¿o son los paréntesis que no se acaban nunca?)) o sin él y desde luego con alcohol o con mucho alcohol...

Pues bien, mis navidades por la República Irlandesa han sido bastante tranquilas, el día 24 de Diciembre fue un día como cualquier otro (sin ningún tipo de dramatismo), si acaso eché un poco de menos las cañas que solemos tomar por "mi calle" hasta caernos redondos, y de esa manera poder empezar con la copas en el chiripa antes de que cada uno se encamine con sus respectivas familias. El 28 de Diciembre, bromas aparte, creo recordar que estuve paseando por Dublín "en busca de trabajo" (y cuando digo "en busca de trabajo" quiero decir en buscar de algún bar chulo desconocido).
El 31 de Diciembre me debatía, a eso de las cinco de la tarde, entre quedarme en casa y salir por ahí a ver que pasaba. Lógicamente opté por salir por ahí para ver que pasaba: me duché, me tomé una cerveza, me calcé el traje (por si en los pubs había algún tipo de problema en ir con vaqueros en tan señalada noche) y en el último momento decidí ponerme unos tirantes blancos que tengo (ya sabéis, por si todo el mundo iba con traje, para no estar tan... homogeneizado) (¿por qué tendré unos tirantes blancos?) y fui hacia el centro del la ciudad.
Pues bien, tardé un poco, pero después de prestar la suficiente atención me percaté de que nadie iba "con sus mejores galas", estuve tomando unas pintas en diferentes bares, a eso de las once me encamine hacia el lugar donde me habían dicho que había algo similar a la puerta del sol, pero al comprobar que había más gente en último bar que en las calles adyacentes de "la puerta del sol" decidí dirigir mis pasos hacia otro bar, hubo una cuenta atrás: ten, nine, eight, seven... one, happy new year!!! la verdad es que en ese momento sí que eché mucho de menos tener a alguien al que abrazar (y que te abrace) pero poco después recibí una llamada que me hizo sentir... ¿abrazado? (sólo por esa llamada ya puedo decir que 2007 ha estado bien). Después de eso le dije al camarero: "a happy new year and a pint of heineken, please", y o existía un chupito que se llamaba "a happy new year" o no se qué demonios entendió porque me trajo la pinta de Heineken y el mencionado chupito, como ya iba demasiado borracho como para decir nada le pagué (unos 11 € en total) y me tomé las dos cosas tan a gusto. Después de eso otras dos conversaciones intrascendentales a propósito de mi traje con tirantes, otra cerveza, y un largo camino a casa pensando que me deparará 2007...


P.D.: mi regalo de reyes fue que he encontrado trabajo, pero esa historia la contaré otro día, mañana quizás.

sábado, 6 de enero de 2007

Los reyes son los padres!!!

No quiero ver ninguna cara de estupefacción o algún gesto de sorpresa, puesto que creo que todos somos lo suficientemente mayorcitos como para saber que los Reyes Magos que llegan del lejano Oriente todos los años, en realidad vienen del centro comercial más cercano con la VISA temblando, y no precisamente de frío, si no porque al niño de turno se le ha antojado la Play Station que toque ese año, el bebé que caga y después se come su propia mierda y (que no un "o") el coche teledirigido que tiene más extras que el puto ford orion que tiene la familia desde hace veinte malditos años.
Una vez dicho esto, remontémonos unos 2000 años atrás, en algún lugar de Oriente Medio, tal vez en una pequeña aldea llamada Belén... En un pesebre yace un recién nacido y llegan tres Reyes Magos con oro, incienso y mirra, hasta aquí todo en orden, pero vamos a leer entre líneas.
Está claro que los tres Reyes Magos son el bueno de José y María, que quieren regalarle a su niño su primer presente por tan señalada fecha. Pero ¿no os parece extraño que los padres puedan regalarle oro a su hijo, y sin embargo tengan que pasar la noche en un pesebre? Personalmente creo que sólo existe una explicación razonable: la buena de María tenía el oficio más antiguo del mundo, es decir, era más puta (o prostituta, meretriz, etc.) que las gallinas que aprendieron a nadar para follar con los patos, y el oro lo había ganado justo después del parto tirándose a algún pastorcillo solitario (eso explicaría por qué la noche anterior no disponían de liquidez y a la mañana siguiente... ¡magia! unas monedas de oro, y desde luego también explicaría lo acaecido nueve meses antes: ¡sí! desde luego... fue el Espíritu Santo).
También regalaron a su retoño incienso, a mi sólo se me ocurren dos lugares en los que puede haber incienso: una iglesia o la habitación de algún jovenzuelo dándole al canuto, y puesto que en aquella época todavía no estaba fundada la Santa Iglesia Católica Apostólica y Romana... sólo me queda una opción: José era un porreta que pasaba más tiempo fumando hierba que en su puto taller de carpintería (eso también explicaría por qué nueve meses antes José se tomó la noticia del embarazo de su "virgen" mujer con una sonrisa).
Y por último, José y María regalaron al neonato mirra. La verdad es que no tenía ni puta idea de lo que era la mirra y lo he tenido que buscar en Internet: según la rae la mirra es "Gomorresina en forma de lágrimas, amarga, aromática, roja, semitransparente, frágil y brillante en su estructura. Proviene de un árbol de la familia de las Burseráceas, que crece en Arabia y Abisinia." en definitiva, un perfume.
Ahora bien, vamos a mirar la escena con cierta perspectiva: año primero después de Cristo, en un pesebre de Belén (un lugar lleno de paja y mierda), con un buey y una mula como comadronas (es decir, añadamos más mierda), con José liándose un fly y dando buena cuenta de otro, con María rezumando sudor después de haberse tirado al pastorcillo solitario, y con un recién nacido (seguramente cagado y meado porque ¿quién se iba a encargar de limpiar al niño? ¿su padre que estaba con "Lucy en el cielo con diamantes"? ¿su madre que estaba jugando a Pedro y Heidi con el pastorcillo? ¿la mula? ¿el buey quizás?) ¿os parece un regalo lógico un poco de colonia? no tiene ningún sentido, ¿verdad? ¿no sería más lógico pensar que no era mirra? volvamos a la definición de mirra: "Gomorresina en forma de lágrimas, amarga, aromática, roja, semitransparente, frágil y brillante en su estructura", ¿no os parece la descripción del Pacharán? por lo tanto, ¿sería tan descabellado pensar que unos padres de tal calaña le diesen a su hijo un poquito de Pacharán para de esa manera calmar su llanto? Eso sí, de esta manera también iniciaron su alcoholismo el cual le llevo años más tarde a transformar el agua en vino (tal vez, el primer botellón de la historia), a hablar con Dios (¿quién no lo ha hecho durante una borrachera? seguro que le decía "erees (hip) uuunn aamirgo (hip) cooojoonudo (hip)") y a caminar sobre las aguas (o eso era lo que él creía, lo cierto es que se dió un leñazo con el carro del pedo que llevaba).

P.D.: no me han traido nada los reyes, aún, así que me siento como el niño de la siguiente carta http://www.youtube.com/watch?v=clOCFKak1_c (¿sería mucho pedir pulsar el enlace con unos altavoces conectados al ordenador?)

miércoles, 3 de enero de 2007

Pese a que eres mi enemigo, tómate otra copa

Yo creo que es un buen título para la primera entrada de este blog, ¿no? I mean si les parece lo suficientemente buena esta frase a los tibetanos como para incluirla como uno de sus proverbios, no voy a ser yo menos importante que un grupo de butaneros rapados a los que les encanta el Prozac. ¿o suena algo pretencioso?

Por hoy ya está bien, que tengo cosas que hacer.