miércoles, 17 de enero de 2007

El trabajo dignifica

He pasado de tener miedo por no tener la certidumbre de lo que pasaría conmigo dentro de dos meses, a tener miedo por no tener la incertidumbre de lo que pasará conmigo los próximos dos meses (demasiado enrevesado ¿quizás?), al menos tendré dignidad para aburrir...
Me imagino que dentro de unos años diré "estuve trabajando como 'mozo de cocina' durante vete-tú-a-saber-cuantos meses en Dublín", será una frase que utilizaré para rellenar los huecos de una conversación, o incluso puede que me sirva para ligar (ya se sabe que en determinadas circunstancias inspirar lástima podría funcionar, por lo de "parecer" sensible y vulnerable...), en definitiva será una frase que usaré sin recordar el dolor de espalda, sin recordar la fatiga en los pies, sin recordar las manos agrietadas, sin recordar que después de ocho horas fregando sartenes todavía me esperaba una hora más caminando hasta mi casa porque los autobuses dejan de circular a las 23:30, sin recordar lo estúpido que me sentía cuando me decían algo y no lo entendía, sin recordar lo estúpido que me sentía cuando me hablaban como si lo fuese... pero eso será dentro de unos años, ahora, mis manos me lo recuerdan cada momento, mi espalda cada instante, mis pies me lo recuerdan palpitando cuando tienen ocasión y mi cabeza no deja pasar una oportunidad sin preguntar ¿qué es lo que te ha traído aquí?... y tal vez lo más dramático de todo sea que no cambiaría esto por "nada del mundo". Es una sensación... embriagadora (creo que es la palabra adecuada) la que se tiene cuando, al final del día, te tumbas en la cama, miras las estrellas del techo (¿había comentado que tengo estrellas en el techo?), respiras profundamente y te das cuenta que, tal vez por primera vez en tu vida, estás haciendo realmente lo que te apetece hacer... y si todo esto no es suficiente habrá que decir que el sueldo está bastante bien: 9'13 €/hora.

P.D.: dejaremos para mejor ocasión la reflexión: "mujeres, sus novios, ¿es necesario que me digas que lo tienes a los dos minutos de conocerte?". Es decir, ¿habéis tenido alguna vez la siguiente conversación?:
-¿Cómo te llamas?
-Raúl, soy de Madrid aunque nací en Galicia.
-Anda, ¿sabes quién no ha nacido en Galicia? mi novio.
-(Soy yo, ¿o lo del novio no venía a cuento?) ¿Y cómo llevas el inglés? No hay Dios que entienda a estos irlandeses...

5 comentarios:

Estudio Jurídico Marcos dijo...

mi comentario es que no se enviar el comentario y soy carmen que alguien me ayude

Estudio Jurídico Marcos dijo...

el trabajo dignifica

Estudio Jurídico Marcos dijo...

pero yo me siento mas digna sin trabajar es decir viviendo a la sopa boba que os parece?

Lolo dijo...

A mi me parece perfecto, pero no se si habría tantas cosas que hacer sin dinero y con taaanto tiempo libre.

Tampoco estoy diciendo que trabaje por aburrimiento, porque estaría mintiendo...

Estudio Jurídico Marcos dijo...

el dinero no es tan importante,sólo necsario según las necesidades de cada individuo y las necesidades nos las inventamos continuamente. Si te paras a pensar un poco es increible la cantidad de cosas que se pueden hacer sin dinero y con tiempo libre claro que se pueden hacer muchas más teniendo las dos cosas.
pensamientos Carmen.